La directora ejecutiva de PAMI, Luana Volnovich, se reunió ayer con el presidente de la Sociedad Argentina de Geriatría y Gerontología, Julio Nemerovsky, y el presidente de la Asociación Internacional de Geriatría y Gerontología, Ricardo Jáuregui, quienes le compartieron su preocupación por la decisión de la Organización Mundial de la Salud de incluir a la vejez como una enfermedad.
“La decisión de la Organización Mundial de la Salud es un retroceso”, dijo Volnovich y llamó a “impulsar las medidas necesarias para generar un repudio desde la Argentina”.
Del encuentro también participó la secretaria general de Derechos Humanos, Gerontología Comunitaria, Género y Políticas de Cuidado de PAMI, Mónica Roqué, quien criticó la medida que será publicada en la onceava edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades que realiza la OMS porque “la vejez no tiene nada que ver con una patología; es una etapa de la vida como cualquier otra”.
“Sería un gran retroceso porque la vejez es un momento más del curso vital de una persona”, indicó Jáuregui, quien convocó “a alinear conceptos entre todos los que pensamos de esta manera”. Para Nemerovsky, en tanto, se trata de “una estigmatización: de esta forma limitan la posibilidad de desarrollo de las personas mayores”.
La nueva Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados que realiza la OMS entrará en vigencia a partir de enero de 2023. Esta publicación ha despertado críticas por considerarla un atraso y contradictoria con las acciones internacionales que impulsan un envejecimiento saludable.
El apoyo al reclamo de las sociedades geriátricas se enmarca en uno de los ejes estratégicos de la gestión de PAMI que es la promoción de una vejez activa. La obra social tiene como prioridad combatir el prejuicio a esa etapa de la vida y promover la cultura del buentrato hacia las personas mayores.
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