Alzheimer

El Alzheimer es consecuencia de lo que se denomina neurodegeneración: una aceleración de la muerte de las neuronas. Se trata de una enfermedad crónica que avanza de manera gradual y es la causa más frecuente de demencia en personas mayores.

Al ser una enfermedad progresiva, las personas mayores pierden la capacidad de realizar sus actividades diarias de manera independiente. Se trata de una patología que se transita mejor en compañía y con el apoyo de los familiares y personas allegadas.

Síntomas del Alzheimer

A las personas con enfermedad de Alzheimer les puede resultar difícil reconocer que tienen un problema. Esto suele ser más evidente para familiares o personas cercanas que para ellas mismas.

Recordá que ante cualquiera de estos síntomas es importante consultar con un neurólogo o especialista:

  • Dificultad para recordar información recién aprendida.

  • Dificultad para planificar o resolver problemas.

  • Dificultades para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en el tiempo libre.

  • Dificultades para orientarse en tiempo y espacio.

  • Dificultades para comprender imágenes visuales y relaciones entre objetos o entre éstos y el contexto.

  • Problemas para seguir una conversación.

  • Colocar objetos fuera de su lugar y olvidar dónde los dejaron.

  • Pérdida de interés en el trabajo o en las actividades sociales.

  • Cambios de humor o de personalidad.

¿Cómo acompañar a una persona con alzheimer?

Durante el avance de la enfermedad, las personas mayores desarrollan nuevas necesidades. Ante la pérdida de independencia en sus hábitos diarios, los familiares y personas cercanas se convierten en un pilar fundamental.

Acompañar a una persona con Alzheimer puede demandar tiempo y esfuerzo. Es importante que no descuides tu propio bienestar ya que tu descanso también es necesario. Sé paciente y tené en cuenta estos consejos para construir un espacio seguro:

  • Utilizá frases cortas, preguntas concretas y gestos claros para comunicarte.

  • Ayudá a crear una rutina diaria estructurada, para que la persona se sienta menos ansiosa.

  • Permití e incentivá que realice actividades por sí misma mientras pueda hacerlo, para mantener su autoestima y estimulación.

  • Matené contacto físico, como abrazos suaves o tomarse de la mano, esto colabora a mantener un ambiente tranquilo y reconfortante.

  • Compartí actividades recreativas adaptadas a sus habilidades, como manualidades sencillas o caminatas cortas.