En invierno, las bajas temperaturas y los días más cortos nos invitan a pasar más tiempo en casa y a elegir alimentos que ayudan a mantener el calor corporal. Durante esta época del año, es esencial cuidar tu alimentación y ventilar tu hogar periódicamente para evitar el contagio de enfermedades respiratorias. Además, mantener tu hogar seguro y libre de gases tóxicos es fundamental para prevenir accidentes.
Mantener una alimentación saludable te ayudará a preservar tu bienestar. En los días de bajas temperaturas, algunos alimentos se convierten en grandes aliados para tu cuerpo. Tené en cuenta la siguiente información:
Consumí alimentos ricos en hierro, zinc y vitamina C para fortalecer tu sistema inmune contra amenazas externas.
La vitamina D es esencial para el sistema inmunológico. Aprovechá al máximo las horas de luz solar e intentá consumir alimentos como pescados, huevos, lácteos e hígado.
Durante el invierno, las intoxicaciones por monóxido de carbono representan un gran riesgo para la salud debido al uso de artefactos de gas y/o combustión para calefaccionar los hogares y hacerle frente a las bajas temperaturas.
El monóxido de carbono es un gas tóxico altamente peligroso que puede pasar desapercibido ya que no presenta características visibles como otros gases, como el gas natural. Sus particularidades son:
No tiene olor, color ni sabor.
No produce irritación en los ojos ni la nariz.
Se propaga rápidamente en el aire y puede causar adormecimiento provocando accidentes fatales.
Para evitar una intoxicación por monóxido de carbono te recomendamos:
Mantener ventilados los ambientes, principalmente los que cuentan con calefacción a combustión.
Controlar regularmente los artefactos que funcionan a gas o leña con personal matriculado.
Comprobar que la llama de estufas y hornallas sean siempre de color azul.
Evitar usar hornos y hornallas para calefaccionar los ambientes.
Es importante saber que todas las intoxicaciones por monóxido de carbono pueden prevenirse. Si observás que la llama de tu artefacto de gas es de color naranja o amarilla, puede ser una señal de alarma por monóxido de carbono. Ante esta situación debés controlar el artefacto con personal matriculado lo más pronto posible.
Calefaccioná los espacios de forma moderada pero sin dejar de ventilarlos.
Evitá los cambios bruscos de temperatura.
Intentá reducir la exposición prolongada al aire frío.
Seguinos en las redes sociales
INSTITUCIONAL
SERVICIOS