Un ACV es una emergencia médica que ocurre cuando el flujo de sangre hacia una parte del cerebro se interrumpe. Esto puede causar daño cerebral, afectando la movilidad, el habla y otras funciones esenciales. Detectar y tratar un ACV rápidamente puede marcar la diferencia en la recuperación.
Identificar un ACV rápidamente es vital. En general, los síntomas aparecen de repente y pueden incluir:
Parálisis facial
Cefalea de gran intensidad
Dificultad para levantar uno o ambos brazos
Habla confusa o incomprensible
Pérdida de fuerza de la mitad del cuerpo
Dolor en el tórax
Sudoración fría, mareos y/o náuseas
Ante la aparición de alguno de estos síntomas, es importante llamar al servicio de emergencia de inmediato, ya que dentro de las primeras cuatro horas se pueden implementar tratamientos específicos para disolver o quitar el coágulo. ¡El tiempo es clave!
Aunque algunos factores de riesgo no se pueden cambiar, como la edad o antecedentes familiares, adoptar un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de sufrir un ACV.
#1 | Controlá tu presión arterial
Mantener la presión arterial bajo control es una de las formas más efectivas de prevenir un ACV.
#2 | Comé saludable
Limitá el consumo de sal, grasas saturadas y azúcares. En la medida de lo posible priorizá el consumo de frutas, verduras y proteínas magras.
#3 | Hacé ejercicio regularmente
Actividades como caminar o realizar ejercicios de baja intensidad ayudan a mejorar la circulación y mantener el corazón saludable.
#4 | Evitá el consumo de tabaco
Fumar daña los vasos sanguíneos e incrementa el riesgo de sufrir un ACV.
#5 | Evitá el consumo de alcohol
Evitar el consumo excesivo de alcohol reduce la presión arterial y el riesgo de sufrir un ACV.
#6 | Controlá tu colesterol
Un nivel alto de colesterol puede causar obstrucción de los vasos sanguíneos, lo que aumenta el riesgo de sufrir un ACV.
#7 | Mantené el estrés bajo control
Técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, pueden ayudar a reducir el estrés, que también es un factor de riesgo.
Es fundamental consultar regularmente a tu médico de cabecera y seguir las recomendaciones médicas para controlar los factores de riesgo y disminuir las probabilidades de sufrir un ACV.
Si creés que alguien está sufriendo un ACV, llamá de inmediato a los servicios de emergencia.
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